lunes, 7 de octubre de 2013

El mentalista



Ficha técnica
Género: Policíaca.
Sexo: Femenino.
Caras conocidas: Simon Baker (El guardián, El diablo viste de Prada, Planeta rojo), Robin Tunney (Prison Break, Límite Vertical, El fin de los días, Jóvenes y brujas), Tim Kang (John Rambo, Turno de guardia) Owain Yeoman (The Nine), y Amanda Righetti (Viernes 13, The OC).
Temporadas: Emitiéndose actualmente la sexta temporada.

Todos los asesinos leen a Blake

Tiger, tiger, burning bright    
In the forests of the night,    
What immortal hand or eye    
Could frame thy fearful symmetry?

Vale, ya sé que en The following leen a Poe, pero no me negaréis que hay algo turbulento en la obra de Blake que impulsa a matar tanto a Francis Dollarhyde como a John el Rojo.
En teoría la serie va de un ex-timador, ex-adivino, ex-médium,  ex-persona-con-una-mujer-y-una-hija-vivas que decide unirse como asesor al CBI (que nunca he tenido muy claro que es, las cosas como son, pero tiene pinta de unidad de policía de élite) para ayudarlos a resolver casos cabreando a todo el mundo y mediante jueguecitos estúpidos. Realmente Patrick Jane es un mentalista, es decir, una persona con gran habilidad que es capaz de hipnotizar, leer la mente y otras cosas que en la primera temporada salían en la definición antes de cada capítulo.
Por otro lado, la serie no rehuye del manido tópico de la tensión sexual no resuelta, de ésta que te hace gritarle a la tele "¿Podéis echar un polvo ya de una puta vez?", entre Jane y Lisbon, su supesta jefa. Y digo supuesta porque realmente él hace lo que le da la real gana y claro, como a ella le pone mucho, pues no dice ni mu.
Pero de lo que va realmente la serie es de John el Rojo... o al menos es el fondo de la serie, lo que te tiene que enganchar, porque realmente la serie es procedimental, que es la palabreja que aprendí hace poco que significaba "serie de episodios independientes".
Por alguna extraña razón todas las series procedimentales deciden tener una o varias historias de fondo, tal vez porque no confían en que sus personajes nos enganchen porque sí, pero, personalmente, la mayoría de estas historias suelen ser extremadamente cargantes (véase la historia de la madre de Beckett en Castle). Sin embargo, adoro la historia de John el Rojo y más desde que nos han vendido esta temporada (la sexta) como aquella en la que vamos a descubrir, al fin, quién es. Dios, eso ha explotado mi lado cotilla exageradamente.
Lo malo de llegar a saber quién es John el Rojo es que es imposible que la serie no pierda fuelle, así que no sé si es que esperan que esta sea su última temporada o si nos intentarán rizar el rizo y ofrecernos una nueva historia que seguramente sea extremadamente descafeinada.
Sea como fuere, todos los lunes por la mañana mientras dure esta temporada seguiré (como hoy) clamando al cielo por lo poco que madrugan los que subtitulan la serie. 

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