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Me está empezando a gustar eso de comentar aleatoriamente algún estreno de series que nos haya traído la semana. Y digo aleatoriamente porque simplemente miro la página de eztv hasta que encuentro una serie de la cual hayan subido el S01E01 y lo pongo a descargar. Así pues, he decidido hasta crear otra sección nueva en el blog que se llame Estrenos que, para no pillarme los dedos, la haré básicamente cuando me dé la gana.

Género: Esta semana os traigo una nueva sitcom, aunque de nueva tiene poco, como le pasa a la mayoría de las comedias. Es muy difícil inventar algo nuevo en este campo.

Sexo: Masculino. Estoy empezando a reconsiderar el ser mujer de vez en cuando, pero es que no me sale, no sé por qué.

Caras conocidas: Kyle Bornheimer (Despedida de soltera), J.K. Simmons (The Closer, Ley y Orden, Oz), Edi Gathegi (House), Danielle Nicolet (Cosas de marcianos), Leah Remini (El rey de Queens, Salvados por la campana).

Argumento: 

Tony Shea es el dueño de una empresa de chapuzas y sufre un día un infarto. A partir de ahí, su hermana le obliga a dejar el trabajo y llama a su hijo Jack para que se haga cargo del negocio.

Jack es tonto, digámoslo así abiertamente, lo cual no es malo en una comedia, ya que en eso se va a basar la serie, en lo tonto que es. Ha sido expulsado del ejército y del seminario (varias veces) y ve en hacerse cargo del negocio una oportunidad para hacer que su padre se sienta orgulloso de él.

Sin embargo la cosa no va a estar especialmente fácil, dado que a su lado tendrá como trabajador a Darren, que no lo toma en serio y tampoco está por la labor de quebrarse trabajando.

Temporadas: Ni idea, de momento sólo lleva un capítulo.

Popularidad: Básicamente ninguna, de hecho en subtitulos.es sólo han llegado a hacer el 98% del subtítulo del primer capítulo.

Opinión personal:

Como bien aventuré antes, la serie no termina de ofrecer nada nuevo. Por semejanza argumental diría que está en un punto intermedio dentre Un chapuzas en casa y Pepe Gotera y Otilio.

Es del tipo sitcom de personaje tonto/torpe como principal reclamo, lo cual a pesar de estar muy explotado está demostrado que es una fórmula que funciona. Y para que nos vamos a engañar, las comedias no aspiran a ser The Boardwalk Empire ni nada por el estilo, sólo a hacer reir y a entretener y, sin ser extremadamente desternillante, puede llegar a cumplir (con un suficiente raspado) ambas cosas.