miércoles, 24 de abril de 2013

Las 10 series de dibujos animados que marcaron mi infancia

La infancia es seguramente el periodo más feliz de la vida, si no, no se explica cómo leches éramos capaces de disfrutar con las series de dibujos animados. Lo digo desde la experiencia de persona melancólica que descarga episodios de dibujos para ver cómo eran y si realmente merecían la pena. Y la respuesta es normalmente no.
Para empezar, la mayoría de los dibujos animados tienen un ritmo increíblemente lento, sólo al nivel de las películas francesas. Luego, obviamente, el argumento tiene que ser simple y pueril para que un niño pudiera entenderlo. Y para terminar, envejecen fatal, teniendo en cuenta la animación tal y como la conocemos hoy.
Pero aun así, me apetece de vez en cuando volver al pasado, aunque sólo sea para seleccionar las que yo creo que fueron mis diez series favoritas. La elección ha estado extremadamente complicada y he tenido que dejar muchas atrás, pero creo que es lo más representativo posible.

La aldea del arce


Posiblemente La aldea del arce era la serie de dibujos animados más ñoña que haya existido en la historia. Y, al parecer, hubo un tiempo en el que a mí me gustaban las cosas ñoñas y, por tanto, esta serie también. La verdad es que albergo recuerdos muy muy vagos acerca de ella, aunque recuerdo perfectamente la letra de esa hipnótica canción compuesta por Emilio Aragón.
La historia trataba sobre los habitantes de una aldea en medio del bosque. La prota era Patty, una coneja que misterisamente llevaba un collar en una oreja y su amigo Bobby, un osito, que obviamente se metían en líos y otras cosas, pero de forma muy ñoña, como bien he dicho. 

La pequeña Lulú


Puedo afirmar sin ningún tipo de rodeos que Lulú era mi heroína de la infancia. Porque la historia de Lulú era, en cierto modo, la historia de mi vida: yo era la única niña de mi manzana y eso, en la ley de la calle (porque los niños jugábamos por aquel entonces en la calle), era algo muy difícil de llevar. Aunque, no es por vacilar, pero al final conseguí hacerme con la corona del barrio y los tenía a todos más firmes que una vela.
Pues, aunque tampoco recuerdo muy bien la serie, sé que los chicos siempre estaban fastidiando a Lulú y no dejándola entrar en su club, pero, sin embargo, cada dos por tres tenían que ir con el rabo entre las piernas a pedirle ayuda. Aunque en otros episodios también ella buscaba la forma de chincharlos a ellos. En fin, todo muy guerra de sexos, que a día de hoy sería total y completamente políticamente incorrecto.

Mofli, el último koala


Otra de las series ñoñas por antonomasia, pero ésta estaba cargada de moralina, en plan "cuidad de los animales en peligro de extinción" y tal. También fue la causante de que se dispararan las ventas de koalas de peluche, animal que antes de verla, los niños españoles no sabíamos ni que existía.
Misteriosamente, esta serie española estaba ambientada en Australia y nos mostraba al que se suponía que era el último koala vivo en el mundo, llamado Mofli, que se hacía amigo entrañable de una niña llamada Corina.
De alguna forma que no recuerdo cual fue, el rumor de que hay un koala vivo se dispara, con lo cual empieza a acudir gente de diversos lugares a intentar cazarlo, entre los que destaca una pareja circense, el señor Trombonetti y Paolo, que popularizaron el diálogo "- Aplaude, Paolo. + Bravo, bravísimo."

Los trotamúsicos


Basado en el clásico de los hermanos Grimm Los músicos de Bremen, esta serie de dibujos animados española era bastante buena, e incluso viéndola después no parece exageradamente estúpida como otras. Obviamente era una serie de tipo musical y se tiraban todo el puñetero día cantando, pero de todas las canciones mi favorita era (y es) La mejor vacuna contra la melancolía.
La serie giraba en torno a cuatro animales que por un motivo u otro deciden escapar de sus dueños y terminan juntándose y formando un grupo. Ellos son: el perro Lupo que toca la trompeta, el gallo Koki que toca la guitarra (sí, yo tampoco sé cómo se puede tocar la guitarra sin tener dedos), el gato Burlón que toca el saxofón y el burro Tonto que toca la batería.
Como todos los dibujos animados que se precien, tendrán sus archienemigos Chef, Bestia y Tapón, unos ladrones humanos que ocupaban la mansión en la que vivían ahora los Trotamúsicos.

Los Fruittis


Posiblemente Los Fruittis sean la peor serie de dibujos animados de la historia, pero hay que ver cómo nos tenía enganchados a todos los niños de España. Yo incluso llegué a disfrazarme en un Carnaval de Gazpacho, que era una piña andaluza, producto típico de esta tierra nuestra.
Cuenta la historia de una serie de "frutas" que tienen que huir de su aldea al entrar en erupción un volcán, para ello envían a una macedonia de intrépidos aventureros para buscar otro lugar para vivir, ellos son el plátano Mochilo, la piña Gazpacho y el cactus Pincho. Por el camino se encuentran con una niña humana llamada Kumba, que se unirá a sus aventuras.
Por el camino se encontrará también con importantes archienemigos a cada cual más ridículo, como Monus y su ayudante Gorilón o el pirata Alcachofo, que tenía su propia  y horrible canción.
Si quieres leer una crítica realmente buena de esta serie, puedes encontrarla en la página de Viruete, donde se analiza pormenorizadamente el argumento y personajes de la serie.

Clorofilla


Dios, cómo amaba yo esta serie, creo que coincidió con los años más ecologistas de mi niñez.
En ella un par de niños son hijos de una espeleóloga a la que le daba por meterse en una cueva a no hacer nada mientras que su marido esperaba en una furgoneta arriba esperándola. Por tanto, no podían estar pendientes de sus hijos y se los encasquetan a un tío al que ni siquiera conocen los niños.
Y no, la serie no va sobre los servicios sociales que actúan ante esto, sino de que los niños se confunden de dirección (porque además viajan solos) y llegan a la casa de un profesor chiflado, al que además le encasquetan a una bebé alienígena parecida a una lechuga que está a punto de morir por la contaminación de la Tierra.
Lo más extraño de todo el tema es que el profesor pertenece a una especie de liga femenina de mujeres solteronas que odian a los niños, en el cual todas tienen la misma cara de amargadas.

Las tortugas ninja



Como ya os habréis dado cuenta por mi blog, si me conocéis o en fin, que lo mismo no os habéis dado cuenta pero lo digo yo, siempre he sido un pelín machorrilla, así que me molaban estas series así más de "niños".
Como todos sabréis, las tortugas ninja eran cuatro y tenían nombres de pintores del Renacimiento: Leonardo, Donatello, Raphael y Michelangelo. Vivían en las alcantarillas de la ciudad de Nueva York y eran entrenados por una rata llamada Maestro Astilla. Por alguna extraña razón, también se hacen amigos de la reportera de televisión Abril (April) O'Neil.
Realmente del argumento en sí no me acuerdo mucho, pero venía a resumirse en hacer el bien metiendo hostias como panes.

Bola de dragón


Aquí nos hallamos ante un hito de la televisión que marcó la infancia de muchos otros niños, no sólo la mía. Y es que Bola de Dragón fue una obsesión para mí, tenía todas las colecciones de cromos (¡y completas!), las cintas con las bandas sonoras, posters... vamos como cualquier friki que se precie, pero a una edad razonable.
La serie parte con Bulma buscando las siete bolas del dragón que si se reunen pueden conceder cualquier deseo, una de las cuales está en posesión de Goku, que se une a ella en su aventura. A partir de ahí y durante una buena parte de la temporada son historias chorras de la búsqueda y es una serie de aventuras bastante divertida, pero poco a poco va evolucionando en serie de acción consistente en hostias como panes una detrás de otra.
Como toda serie que se precie, va perdiendo con el tiempo, incluyendo cada vez más idas de olla que no se cree ni un niño, pero no voy a decir más cosas malas de la serie no vaya a ser que algún friki me eche mal de ojo.

Los chicos de Beverly Hills



Para redimirme un poco de mi gusto moderadamente masculino en cuanto a dibujos animados, he incluído en esta lista a una serie superfemenina de dibujos animados, que además pretende incluso hasta ser teen, porque los protagonistas son adolescentes ricos. Básicamente, era la versión en dibujos animados de Sensación de vivir, sólo que los personajes no se cambian de ropa y las situaciones eran algo más pueriles, porque para eso son dibujos animados.
Yo era superfan de la mala malísima Bianca, aunque no recuerdo muy bien por qué, supongo que sería porque las buenas me parecían totalmente idiotas. Tampoco recuerdo el nombre de los protagonistas, excepto de Pierce Thorndyke III, un pijo repelente que además se creía que estaba superbueno, que al menos hacía reir, no como el rubio capitán del equipo de.... no sé qué deporte.

Oliver y Benji


Yo me aficioné al fútbol viendo Oliver y Benji. En serio, antes ni me gustaba, como buena niña moderadamente femenina que era.
Esta serie en la que lo único que se hacía era jugar partidos interminables de todas las categorías habidas o por haber, local, nacional e incluso internacional. También ha dado lugar a intensos estudios científicos que rulan por el interneh, como éste y éste, para que nos hagamos una idea de lo irreal (o real según determinadas condiciones) que era la serie.


PD. A Dios pongo por testigo que ha sido extremadamente duro hacer esta selección y tener que dejar fuera a series como La vuelta al mundo en 80 días, Los autos locos (Pier Nodoyuna forever), Érase una vez la vida, Dartacan y los tres mosqueperros, Capitán planeta, Sailormoon... y como siga es que hasta me da para otro post.

¿Cuál fue la tuya?

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